Muchos pacientes consideran que tienen un problema estético sin solución. Uno muy común son las cicatrices. Hoy, te contamos que no debes resignarte porque juntos podemos mejorar tu situación.
En el campo de la Medicina Estética se ha avanzado mucho para tratar la apariencia de las cicatrices. Los resultados pueden ser muy notables. Sin duda, el uso del láser y de los exosomas se ha popularizado ya que permite mejorarlas de forma eficaz sin ser un tratamiento invasivo.
¿Qué es una cicatriz?
Una cicatriz es aquella marca que queda en nuestra piel tras una herida. Surgen cuando sufrimos lesiones, que pueden ir desde el acné hasta los traumatismos, y son consecuencia del proceso natural de cicatrización. Si bien hay maneras de hacer que la zona tenga mejor aspecto no todos cicatrizamos de la misma manera.
Hay distintos tipos de cicatrices:
- Las cicatrices hiperpigmentadas
- Las cicatrices hipopigmentadas
- Las cicatrices atróficas
- Las cicatrices hipertróficas y queloides
¿Se pueden eliminar las cicatrices?
Eliminar una cicatriz por completo dejando la piel como si nunca hubieras tenido una es muy complejo y casi imposible. Por ello, debes alejarte de quienes te prometan estos resultados y acudir a quienes te explican cómo es el proceso de eliminación de cicatrices y qué puedes obtener en tu caso. En Clínica ICA estudiaremos tu caso en profundidad para asegurarnos de que te ayudamos a mejorar este defecto estético y suavizar o difuminar su apariencia.
¿En qué consiste el tratamiento con láser?
El tratamiento con láser para eliminar cicatrices ayuda a mejorar el aspecto de estas o marcas. Con el láser se consigue eliminar la capa superior de piel así como la formación formación de nuevo colágeno. Así, se favorece a que se forme tejido sano. Esto también permite que las irregularidades que pueda presentar tu cicatriz se suavicen devolviendo elasticidad a la piel dañada.
La aplicación del láser no es dolorosa ya que trabajamos con frío y cremas anestésicas.
El número de sesiones variará en función de tus necesidades. Además, nuestros especialistas pueden recomendarte combinar este tratamiento con otros como pueden ser el Plasmagel o la grasa autóloga. Estos actúan en tu piel mejorando su aspecto ya que estimulan la producción de colágeno y elastina.
¿Qué debes tener en cuenta?
Es normal que después de la sesión tu piel esté enrojecida y notes una cierta sensación de calor en la zona tratada. Esto desaparecerá tras unas horas. En los días siguientes pueden aparecer costras e incluso una leve hinchazón. Progresivamente, cuando ambas desaparezcan notarás que la piel se ha renovado y empezarás a ver la mejoría.
El tamaño, profundidad y el tiempo que hace desde la aparición de la cicatriz condicionarán el tratamiento con láser y los resultados. Por ello te pedimos paciencia ya que no apreciarás una gran diferencia hasta que pasen unas semanas. Es más, puede que los resultados más óptimos los veas entre los 3 y los 6 meses posteriores.
En Clínica ICA realizamos un seguimiento de todos nuestros tratamientos médicos o quirúrgicos, así nos aseguramos de que tu evolución es la adecuada. A lo largo de este proceso te pediremos que te protejas de los rayos del sol ya que pueden cambiar la coloración de la zona tratada.
Valoramos el confort de nuestros clientes y la confianza que depositan en nosotros. Por ello, de manera personalizada, estudiaremos tu caso en profundidad y resolveremos todas tus dudas. Tras conocer tus características y necesidades sabremos qué es lo más indicado para tí y tu salud, ¿hablamos?